Ser tu propio jefe puede ser muy gratificante. Al trabajar como asesor de empresas, hay total control e independencia laboral, por ejemplo. Sin embargo, es bueno saber que no todos tienen el perfil necesario para ser exitosos en este camino.
Entregar servicios de consultoría empresarial es un camino que algunos profesionales toman para poner en las manos de las compañías su experiencia y conocimientos laborales. Estos asesores enfocados en consultorías de negocio pueden entregar recomendaciones viables e implantar los procesos apropiados para aumentar la productividad, eficiencia y la competitividad de las compañías.
A través de diversos análisis, un asesor empresarial realiza un diagnóstico de la situación de la firma y recomienda las estrategias a seguir, así como la forma de implantarlas en la organización. Ahora bien, si quiero ser consultor profesional, es importante conocer de antemano los beneficios asociados a este servicio, pero también las eventuales desventajas que provocan que no todos puedan apuntar a este camino.
Los beneficios asociados a ser consultor independiente son varios. En primer lugar, hay total control e independencia laboral. Te puedes olvidar de las políticas que existen dentro de las oficinas, y en vez de trabajar para otros en proyectos que no te agradan, como consultor tienes la oportunidad de elegir los clientes o proyectos que te gustan y en los que te siente satisfecho de trabajar.
También hay un importante componente de satisfacción y éxito. Entregar una consultoría externa permite sentirse libre y poder construir una exitosa carrera, donde uno mismo dicta la dirección y estrategia de la agencia de consultoría. Asesorar a los clientes y ver resultados exitosos es muy gratificante y ayuda a aumentar la propia reputación como líder y experto en la industria.
Por otra parte, dar servicios de consultoría empresarial permite independencia económica. Con un buen plan de negocio, un buen manejo de la marca personal, y la preparación adecuada para establecer los cimientos de la carrera, se alcanza el mejor camino para alcanzar el éxito profesional.
Ahora bien, hay que tener presente que esta ruta no es para todo el mundo. Hay que sortear obstáculos que no todos están dispuestos a atravesar. En primer lugar, hay una significativa fluctuación de ingresos. La consultoría no garantiza un sueldo de manera regular, lo cual aumenta la presión derivada por querer alcanzar la independencia económica.
Frente a este escenario, es importante no depender de uno o dos clientes grandes. En lo posible es bueno mantener diversidad de clientes y siempre tener un respaldo de ahorro para reducir la presión cuando los ingresos son más bajos.
Por otro lado, es un trabajo muy solitario, sobre todo si se estaba acostumbrado a tener reuniones con un equipo de trabajo donde había sesiones de ‘brainstorming’ para intercambiar ideas. Por lo tanto, es recomendable buscar grupos de otros emprendedores y participar en eventos y conferencias de su industria para mantenerse al día con los avances y cambios de la misma. Asistir a eventos de ‘networking’ como herramienta para establecer y fortalecer relaciones. Estas conexiones son las que te recomendarán e incluso pueden introducirte a potenciales clientes.
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