A la hora de postular a una compañía familiar, hay que evaluar muy bien las ventajas y desventajas de hacer un desarrollo de carrera ahí.
Recolocarse en una empresa familiar puede llegar a ser una experiencia reconfortante, pero también puede generar mucha frustración. Antes de elegir este camino de desarrollo de carrera, es importante conocer las ventajas y desventajas de trabajar en una compañía de estas características.
Los principales beneficios de las empresas familiares es que son ideales para transmitir la cultura de la compañía, por lo que se aprende mucho de sobre la forma en que se puede transmitir mística a un equipo. Además, son firmas muy fuertes para generar proximidad con el cliente y transmitir la pasión familiar, tanto a los trabajadores como a los proveedores y clientes.
Generalmente se trata de empresas pequeñas, donde los trabajadores pueden contar con algunas ventajas, como mayor flexibilidad de horarios, además de menores procesos o filtros a la hora del papeleo.
Por otra parte, normalmente la relación entre trabajadores y los jefes en empresas familiares es duradera y más cercana, por esta razón los empleados tienden a rendir mejor. Después de todo, por algo son uno de los pilares de la economía.
Ahora bien, si estás evaluando hacer una transición de carrera hacia una empresa familiar, hay que considerar que pueden existir diversas desventajas, que finalmente redunden en grandes frustraciones, si es que no sabes a lo que te expones.
En primer lugar, hay que considerar que los sueldos normalmente están por debajo de las compañías no-familiares, que tienden a ser más grandes y con protocolos más estandarizados.
En su mayoría, las familiares son empresas más bien pequeñas, por lo que es más difícil ascender en los puestos de trabajo, y muchas veces se tiende a privilegiar a quienes son parte de la familia (incluso, injustamente). En el tema de la sucesión, siempre es mejor escoger a la persona mejor capacitada aunque haya que buscarla fuera o dentro de los empleados que no son familiares. Pero si intervienen el ego y los sentimientos familiares se puede complicar la decisión.
También se puede dar mucha informalidad, cuando la flexibilidad de la empresa familiar se vuelve en contra. Este tema es especialmente delicado si se trabaja con volúmenes grandes de productos. A menudo, los negocios familiares se llevan con muy poco formalismo, “al ojo”, lo que puede traducirse en sorpresas negativas.
Ahora bien, el principal problema con las empresas familiares es que a veces las jefaturas (miembros de las familias) tienen distintos intereses. Se pueden generar roces y conflictos, donde el trabajador queda en medio. En definitiva, las trabas de índole personal se traspasan al trabajo.
Asimismo, los problemas aumentan y pueden llegar a perjudicar a la empresa si es que los miembros de la familia no están suficientemente capacitados para ocupar los puestos de responsabilidad que se les asignan.
Por otro lado, la capacidad de crecimiento de una empresa familiar puede llegar a estar limitada debido a que todo su patrimonio está en juego.
En definitiva, las empresas familiares tienen diversas ventajas y desventajas. Va a depender de las preferencias de cada uno si se quiere avanzar en el desarrollo de carrera por este camino.
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